viernes, 5 de julio de 2013

El 60 otra vez

Estaba al otro lado del mundo esperando el 60. No importa dónde este, siempre lo espero para que me lleve a casa. Dejé pasar a unas señoras para luego quedar atrapado en la escalera entre ancianas groseras y obesas. Gritos y mal humor era su idioma cuando su único deseo es apoyar el culo, Mi pie queda atorado entre ellas y pierdo los modales para ponerlas en su lugar. El bus era inmenso y todos los asientos estaban saturados con viejos, bolsos y sillas de bebés. A una madre le pregunto si podría bajar uno de sus 3 bolsos para que yo pudiera sentarme en un asiento infante. El interior parecía cada vez mas grande, así como mi asfixia, recuerdo un piano de cola, como también ver a Gio venir en bici desde la otra punta del bondi para preguntarme si estaba cómodo. Así que se maneja en bici acá dentro, me comenté. seguramente debe ser agotador moverse de un lado a otro.

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