lunes, 12 de noviembre de 2012

Trabajando como Diseñador.

Había despertado en una casa desconocida. Estaba desnudo y las puertas estaban abiertas. Salí cubierto de una sabana fresca para una mañana de verano prematuro. Las playas se desbordaron hasta la calle y la gente caminaba con ropa de baño cortando lo que quedaba de trafico. Estaba llegando tarde a la otra punta de la calle, sobretodo cuando fui distraido por siete preciosas niñas mujeres. Sirenas de asfalto llenas de promesas y mucho juego. El cabello de 2 hermanas reflejaban el sol y brillaban como oro mágico. Me detengo para hablar con las cabezas de unos chicos, que al verme preocupado, me prestan su patineta. Las calles son un paisaje borroso en la velocidad de sus ruedas. Me recuesto sobre ella. En algún momento, cuando se de, algo me detendrá.

Un nuevo trabajo en casa. Estaba encargado de una oficina en mi propio cuarto. Sentado en la cabeza de la cama con la computadora en la falda mientras que otras nuevos compañeros de traje se acomodaban a lo largo y corto de ella.
A media jornada empieza la discusión de la música. Lo que había sido para mi una selección musical amena. Para otros fue un tedio. Uno de los empleados con tono sarcástico sugiere que busque algo mas a su gusto. Y dice: pone Judía no se que. Salta la chica que atendía a los clientes y se alarma diciendo: Esa es una canción Antisemita. Empieza nuevamente otra discusión. Basta! Escuchemosla. Vamos a darle una oportunidad. Si llega a decir algo ofensivo para alguien la cortamos. Era muy pegadiza, y aunque la letra era inentendible sonaba muy graciosa.
Estaba descontento conque la oficina fuese en mi casa. Fui a la oficina central a hablar con los jefes. Era un edificio enorme y vacío. Nadie hacia nada y al preguntar por ellos aparece el Jefe. Había vuelto a mi primer trabajo.. Un frío horrible recorrio mi pecho. Me saluda haciéndose el agradable con su peinado desagradable y su aroma a disney. Sonríe y me comenta: Me entere de todo. Como va a continuar tu vida? Salgo para el descanso. El patio se parecía mucho al del liceo 12, como el de una prisión. La gente se divide entre muertos y fantasmas. Y en un rincón de una roca Cubica me reconoce alguien. Yo era prostituta de esa esquina por la que pasabas siempre. Ahora soy diseñadora.
Había que salir de ahí. Me encuentro con otra fantasma del pasado. Que te paso nena? Estas horrible, re vieja. Hace un año que trabajo acá. Algo se enciende en ella y me pide con mirada juguetona que la corra por las calles. Un perro gordo confunde el juego y muerde mis brazos que hicieron una cruz para evitar el ataque. No es que sangre pero duele. Cada uno de sus dientes se siente como una espina, incomodo como una astilla, como varias en los pies. Probablemente si la cosa sigue así pierda los brazos. Y también me den el día libre en el trabajo.
Debería dejar de actuar como si las consecuencias no importaran.