miércoles, 20 de marzo de 2013

La Moza

La boda había terminado. Luego de empaparme con agua de rosas, o agua de florero, una moza me acorrala contra la puerta. Su camisa explota y me atrapa entre sus tetas lamiendo toda la esfera de mis ojos. Quedaba mudo por la impresión. Era imposible retener la fuerza de esa lengua que limpiaba y hablaba al mismo tiempo. Despierto con ganas de comer masitas.

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