En los pasillos de clase me detuve a acariciar una pared. Compañeros y alguna que otra persona que transitaba la zona miraban extrañados. Mas allá de ser consciente, y sin saber por que, no podía parar en seguir tocando para encontrar ese punto especial, esa grieta que fuese llave. Y así, con los sentidos despiertos a la costumbre, ella se abrió a los ojos de todos. Un secreto había sido descubierto; Un pasaje a través de una pared.
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