Al cumplir cincuenta años, el Mago Ariel, fue invadido por una visión;
Una donde el reinado de los Delacroix terminaría en manos, o mejor dicho tenazas, de su mas fiel servidor: Ultraton.
Ese seria el día cuando nuestro mecánico salvador tomaría conciencia de su propia existencia; Cosa que provocara un cambio de modalidad, mas que nada, al darse cuenta del tipo de actos terribles que cometió durante décadas frente a una pequeña humanidad.
Ultraton conoció el pesar de una sociedad que él había ayudado a forjar; Una sociedad de estresada, pesimista, consumidora de todo vicio mas allá del tabaco y alcohol. Una sociedad adicta, víctima de una inacabable angustia oral.
Esto fue producido por un simple hecho: la prohibición del chupete!
Siendo así, y ahora consiente, Ultraton impone un nuevo orden donde nunca mas un niño seria apartado de su chupete. Viendo las innumerables facultades de este dispositivo plástico, Ultraton promueve la re incerción del chupete en todo lo cotidiano; Algo que posiblemente tardaría décadas en ser tomado en serio, fue implementado en días bajo la fuerza de su tenaza; Y así creando una sociedad montevideana libre de tensiones ( mas no de agresiones) que deja de lado todo vicio adicto-negativo; todo problema vería la calma a un chupete de distancia. Un chupete de menos quejas y menos palabras cuida a una sociedad que ahora puede centrarse en ocupar su tiempo en resulver sus problemticas sin ladrar, sin tanta palabra finalmente actuar.
En cada esquina una maquina que expende chupetes;
El que alguna vez nos quito la calma nos la devolvía; Cada llanto y frustración encontrarían fin en estas maquinas que solo serian el principio de cambios aun mas radicales;
Esta sociedad de acción florece hasta en su arquitectura; Los montevideanos agradecen a su salvador edificando torres en honor a este y manteniendo los valores estético-estructurales del mismo; Una ciudad hecha en honor y semejanza a Ultraton.
Diganlo todos; Ul-tra-ton, Ul-tra-ton, Ul-tra-ton!.
Cada edificio morfológicamente similar a un biberón, a un chupete, el pene y pezón de nuestro padre Ultraton. A lo lejos, en el cerro de Montevideo, la imagen de una tenaza sosteniendo un chupete sera la que suplante a una anticuada fortaleza.
Cambios colaterales estarán presentes por cada acción; Dado a que todo montevideo tendrá un chupete ocupando su boca, la sociedad entera se verá obligada a desarrollar un nuevo lenguaje; El "Maggielle" nombrado así en honor a una gran chupetista: Maggie Simpson.
2 comentarios:
La pesadilla misma de Carlitos... quien años más tarde llevaría a cabo su cruel dictadura chupetométrica al canto de "Aquí llegó Balá, Balá, Balá..."
Fabulósico!
http://www.youtube.com/watch?v=X8J1F4cP0Iw
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