Una puerta que estuvo cerrada por mucho tiempo por fin se abría.
"Se que es un gran paso para ti".
Dice un hombre viejo tomándose del hombro a un joven muy alto.
"Vas a tener todos los materiales a tu disposición para crear lo que vos imagines".
El joven sonríe; Solo pensaba en una cosa; Dar un cuerpo a la muñeca perfecta;
Esa que durante toda su vida moldeo en su cabeza.
Sus ojos mas abiertos que nunca no contemplaban el alrededor. El señor le muestra el lugar; Caminaban por los techos de esta fabrica de sueños. Y cerca de un precipicio le advierte:
"Vos tenés que ir ahí, donde esta esa escalera cruzando el patio.
No intentes bajar por acá, cada escalón es una mentira"
"Pero... ¿Cómo voy a subir a esa estructura si ni siquiera puedo bajar de esta?"
Piensa el joven de saco oscuro y hombros anchos.
"Conozco tu preocupación, esto es un juego, y parte de el es este misterio a resolver.
Cada paso con precaución es bueno, siempre un salto es mejor. Y para no morir en un salto tendrías que saber hasta donde te lleva un impulso. Dale fuerza, que sea potente, mucho mas que un capricho".
El Joven observa con un poco de vértigo los escalones metálicos pintados de rojo. Le era imposible calcular cuantos metros lo separaban del suelo.
Y cuando alza la vista nuevamente aparece, desde los arboles del patio, una reina gigante que trataba de no enredar su vestido victoriano entre los mismos arboles que tumbaba a su paso.
Su cara pálida y el pelo enredado. Con ojos pequeños y dedos largos y metálicos.
Todo un monstruo monárquico aunque no parecía malvado.
Un ejercito de brujas la ataca, desde el aire, con hechizos que solo podrían entenderse como luces orgánicas: espumas encendidas. Un espectáculo de color que solo podría enmudecer a cualquier espectador.
La defensa de la Reina se prepara; Una Maga muy bonita invoca un encanto de protección cambiando su pelo de color; Cada cambio era una explosión en su cabeza y con cada combustión era capaz de volar para enfrentarse a las brujas en pleno aire.
La Maga ataca un carruaje hecho de flores y huesos. ¡El carruaje grita!
Esta vivo y se protege transformandose en un auto acorazado. Un rectángulo oscuro y de metal resplandeciente que salvaguarda a dos tripulantes.
¿Quien podría estar ahí dentro?
El joven conocía a estas personas. ¿Pero quienes eran en realidad?
El auto se separa en dos, cuando recibe otro ataque mágico;
Se convierte en dos motos escudadas.
El Ataque fue muy precipitado; Estaban perdiendo; Había que escapar.
Las motos se unen formando una limusina para llevar a las brujas heridas.
"¡No entramos todos y tenemos que irnos ya!"
La limusina se alarga y desaparece mientras empieza a rodar.
Bajar no era el único problema que se presentaba. Pensaba el muchacho.
Había que subir intentando sobrevivir a cualquier cosa que podría haber estando abajo.
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